
Lecciones del árbol genealógico: Nuestro Padre. El Sol en Bicicleta N° 1. Octubre 2023
Este libro virtual que empezamos percibir juntxs, (vos lector yo escritora, vos escritxr yo lectora) surge de la vocación de compartir enseñanzas recibidas y aprendidas a partir de las experiencias vitales que compartimos con nuestros PADRES, esas que nos dejaron una huella para siempre. Nos leemos y te propongo incorporar en la próxima publicación de «El Sol en Bicicleta» los aprendizajes, anécdotas de tu propia experiencia.
El sentido de la vida
Las distintas culturas y pueblos a lo largo de la historia han establecido sus propias concepciones sobre el hombre y el origen de su existencia y a partir de esas “ideas superiores” se han organizado su vida familiar, social y política, definiendo su propio «sentido de la vida».
De raíz vasca (navarra para ser precisa) Antonio tenia una fuerte impronta hacia el corazón y su camino fue el camino que le dicto su corazón. Yo fui siempre su fiel seguidora, aunque lo desafíe llevándolo a limites que hoy, siendo madre de un varón en edad adolescente, entiendo las difíciles pruebas que les propicie. Sin embargo, nunca dejó de confiar en mi. Me enseño un camino muy marcado, tan simple como difícil de cumplir en la sociedad de hoy.
Con la filosofía oriental mi padre no tenia nada que ver. Yo siempre he sido una curiosa buscadora de creencias y verdades antiguas y encontré en la enseñanza y practica del Tao una afinidad muy profunda. Las enseñanzas de Antonio se asimilan a mis aprendizajes de Tao y quiero empezar a compartirlas como forma de difundir este precioso conocimiento y de practicar sus enseñanzas que siempre vale la pena recordar.
Esta será entonces una sección muy especial de este blog que surge de lo más profundo de mi ser como manantial inagotable y será mi excusa perfecta para compartir mis aprendizajes sobre filosofía de vida con ustedes. En memoria de Antonio Echarri, mi maestro y mi papá.
Tardes esclarecidas
Recuerdo muy bien esa tarde noche, acompañada de mi compañero de vida, mi papá comenzó a darnos un mensaje, ya en lo que por eso días sabíamos seria su lecho de muerte. ¿Acaso existen momentos más vitales y trascendentes que el nacimiento y la muerte? Estos momentos tienen la potencia de lograr, en quienes están despiertos, grandes transformaciones.
Antonio hablaba como un erudito, estaba especialmente iluminado (cuando la morfina y sus efectos o los dolores le daban tregua). En medio de algunas palabras o miradas introductorias que ya no recuerdo, nos miró y nos dijo como quien comienza a despedirse: » los invito a seguir mi camino, sencillo sin estridencias», ahí supimos que más allá de la información que nos brinda la mente y la razón el camino del corazón era un buen camino para retornar a casa. Nos miramos y los dos lo tomamos como un bautismo, como una iniciación y hasta nos causo alivio sentíamos que con esas simples palabras habíamos alcanzado la guía mas importante de nuestras vidas. Y comenzamos a practicarla.
Antonio fue canillita, tuvo una vida sencilla de hijo de inmigrantes europeos que con mucho sacrificio habían logrado establecerse y su hijo convertirse en autónomo. Sin embargo su vida ordinaria fue vivida de forma extraordinaria, un sin fin de anécdotas pueden ilustrar esta afirmación. Desde aquel día Antonio fue nuestro maestro. Y cuando no entendíamos algo que nos sucedíamos volvíamos a lo que él nos había enseñado y las cosas se resolvían y, lo mas importante, teníamos paz.
Para mi fue fácil porque era mi padre y lo amo irremediablemente pero para Gustavo el merito y apertura fue mas grande porque no tenia carencia de referentes amados y sin embargo Antonio lo conmovió.
Antonio tuvo dos hijos, un hombre mayor Pablo que para el grupo fue y es un fuera de serie- uno en un millón- y una mujer, Rosana, que es quien les escribe y tiene en su linaje la medallita de ser la primera universitaria en la familia. Antonio fue mi compañero de aventuras incomparable. Nunca ningún otro amor cumplió su rol. Amores hermosos y grandes la vida me brindó pero ninguno que lo reemplace. Es una presencia constante en mi vida su recuerdo y guía, a él le debo la devoción por ayudar al prójimo y la lucha por las causas justas. Gustavo y yo, a veces nos repetimos la frase esa que calo hondo nuestro sentir y nuestra unión.
Vivir una vida cotidiana ordinaria de forma extraordinaria
Seguir el camino del que hablaba Antonio significaba no anhelar grandes cosas, simplemente porque para su enseñanza lo grande era lo pequeño, lo sencillo.
El éxito esta en lo pequeño, en disfrutar de los pequeños detalles y no anhelar grandes cosas. Esta filosofía de destino que pareciera, en principio, poco ambiciosa en lo profundo guarda la conexión con una causa suprema, invisible una comunión con algo una fuerza superior que en el caso de Antonio se vinculaba más con valores humanos que con cualquier tipo de fe religiosa.
La invitación abría un camino que consistía no en perseguir metas demasiado grandiosas sino preocuparse por el merito, por el hacer bien, «el dar» como camino inequívoco. Nos trasmitió una certeza: lo extraordinario solo sucedería de esa forma si eramos capaces de no perseguir intereses individuales, la unión con lo trascendente seria indescindible.
Mi compañero siempre tuvo un sentido trascendente de vida y mantener su libertad y su comunión con su esencia fue un conjuro irrevocable. El ya se había desapegado de muchas cuestiones del sistema que creía no solo innecesarias sino al mismo tiempo trampas peligrosas para nuestra forma libre de vivir, Yo, tiempo antes ya había enfocado mi vocación hacia la Politica, terreno puro de transformación en el que seguir este aprendizaje muchas veces fue impracticable, sin embargo, aun hoy me guía y me protege.
El mensaje de Antonio nos resonó a ambos con fuerza, quizas por el tono o la circunstancia en la que fue dicho o por ver como ese canillita hijo de inmigrante había tenido un recorrido con hitos que llamaban la atención. Antonio paso a la historia caminando tranquilo y por las piedras. ¿Cómo lo había logrado?.
Sentimos que nos había contado una formula secreta de vida.
En memoria de mi padre Antonio Echarri , con amor RE
Espero tus comentarios !!!